Se esparce la magia de lo cotidiano en el libro “Diente de León” de Jesús Chávez Marín

Por: Viviana Mendoza

El pasado 23 de marzo en la Plaza Cultural Los Laureles se realizó la a la presentación del libro de relatos breves “Diente de León” del escritor Jesús Chávez Marín por la editorial “Vía Áurea Ediciones” acompañado por la escritora Arelí Chavira, la editora Gisela Franco y la pintora Soledad Lechuga Mejía.

Soledad Lechuga se encargó de dar el prólogo de la presentación, en la que no faltaron los ocasionales tonos de celular, y sonrisas nerviosas de una joven noche de primavera. 

Gisela Franco, editora de “Vía Aúrea” inició la participación literaria: 

“(…) Jesús hace años que encontró la voz que le da la posibilidad de transitar cómodamente por la metáfora, el relato y el poema. Vive y goza cada historia. Por eso se percibe vivo y alegre en los personajes. (…)”

“(…) La lectura se da, puede uno leerlo, sin orden, pero si te vas leyendo los del uno al ciento uno que son los temas que tiene este libro puedes detenerte un poco a reflexionar, luego reírte, luego entristecerte y luego decir “Eso me pasó a mí, pero me cambió Jesús el nombre” y es una secuencia de situaciones tan reales, tan creíbles y es eso, es volver a la infancia y leer el contenido de este libro por el amor de Jesús a las letras”.

“El tono de los relatos se entrevera, existe una gama de melancolía en uno, y el siguiente es una anécdota chusca que vivieron tres amigos. Aquí una de ellas presente.” Dijo Gisela Franco consiguiendo que Areli Chavira soltara una risa nerviosa. “Luego un poco de crítica social y pensamientos en voz alta del autor. Bueno, que yo creo que son del autor. Hasta me lo imagino poniéndose a dieta de burritos y demás excesos y luego sigue la reflexión”.

“(…) Pero también esta publicación está salpicada de humos negro y desfachatez. Pláticas sabrosas de comadres o de viajeros que se encuentran y conviven con una naturalidad que sólo se da en el norte. Esa complicidad de encajar y de entablar una plática en la banca de una plaza o la parada de un camión. También me gusta mucho el tono de saberse integrado a una realidad familiar, a la de convivir y observar a sus hijos y registrar las ocurrencias de sus nietas. 

No pretende encontrar el hilo negro, pero lo encuentra, y con él, traza las historias con orden y armonía. En todos los ambientes está un escritor que percibe un entusiasmo y alegría, lo que sucede día a día. Se aprecia una persona feliz que propicia la confianza y camaradería de un amigo de hace mucho tiempo. Ese es el regalo de este libro(…)”.

Las voces inquietas de las pequeñas en la sala parecían confirmar lo que se decía tanto del libro omo del autor. Un poco de vino y refrescos esperaban junto a las niñas y los pequeños libros a que el evento terminara mientras otro niño leía en uno de los sillones a las orillas de la sala. 

Llegó el turno de Areli Chavira, quien comenzó a hablar acerca de las flores “diente de león”: 

“(…) Cuando llegan a la madurez aparece la auténtica magia. en ese momento las semillitas están listas para ser dispersadas por el soplo de un niño, o un no tan niño. Además, son como un microcosmos, cada semila es una historia y cada historia una semilla. Es por eso que el nuevo libro de Jesús Chávez (mi socio) se llama como esta flor “Diente de León” (…)”.

“(…) A diferencia de algunos de los otros libros de Jesús Chávez Marín en este se observa un tono más personal, ya no sólo encontramos crónicas o historias sobre la sociedad, la cultura o algún personaje conocido. Sino que el autor, abre las puertas, nos invita a conocer más acerca de aspectos de su vida íntima y de su forma de pensar. Asimismo, el lenguaje lleva imágenes poéticas reveladoras y es cómplice porque ahora abona el terreno de los sensible para que las simientes echen su raíz en nuestro universo(…)” 

Como muestra, leyó algunos de esos textos, de los que quedó este con el que ahora quien escribe para ustedes se identifica: 

“Recado al infinito” 

“Fui a la tienda de la esquina y estaba cerrada. Mague dejó un papel con su letra pálida de preciosa caligrafía “Regreso en una hora”. 

¿Qué hago? ¿La espero o voy a otra tienda? 

Si hubiera escrito “Regreso a las doce cuarenta y cinco”, podría yo calcular y decidir. Pero, como dejó dicho que regresa en una hora Mague me remite al infinito. O sea. ¿Ella regresará en una hora de cualquier hora que sea? ¿De aquí hasta que me muera? ¿Por ella? Por quién llegue y vea el letrero y decida esperar”.

Al cerrar su participación Areli Chavira volvió a mencionar la importancia de que las semillas de “Diente de León” se dispersen con la magia y el asombro de lo cotidiano. 

Llegó el turno del autor. Emocionado y algo desesperado con el cubrebocas al que no termina de acostumbrarse comenzó a hablar sobre su camino en las letras:

“(…) Luego de haber publicado poemas y relatos en revistas estudiantiles durante la secundaria y el bachillerato, en julio de 1976 publiqué en El Heraldo de Chihuahua una crónica sobre la proeza olímpica de Nadia Comaneci a su edad de catorce años. A esa publicación la considero el inicio de mi trabajo de escritor. Desde entonces, y hasta la fecha, he publicado una vasta cantidad de textos en periódicos, revistas, plataformas y libros.

Haciendo cuentas, en julio de este año cumplo 44 años como escritor profesional. Hoy celebro ese aniversario, para mí tan sentido, en compañía de ustedes quienes vinieron hoy a la presentación de mi más reciente libro, el cual tuve la fortuna y el privilegio de que me lo editara la empresa “Vía Áurea” Ediciones(…)”.

Como si fuera agradecer en persona a cada uno de los presentes, de manera simbólica mencionó a varios como fue a:

El licenciado David Martínez, gerente del lugar, y a la maestra Alejandra Enríquez, secretaria de Cultura de Chihuahua, la escritora  Arelí Chavira, la editora Gisela Franco y la pintora Soledad Lechuga Mejía.

La empresa Encuadernadora Ari, en especial Marina Tovalín, por su excelente labor de imprenta para “Diente de león”.

Manuel Cabrera de “Enlagrilla”; Xavier Ortiz, “Oserí”, y Edeni Rodríguez, “Difusión Norte”.

“(…) Mi sobrina Jeselle Flores Chávez, a quien va dedicado “Diente de león”, por su personalidad serena y dulce, y porque vino desde Denver a la presentación del libro. Ella es hija de mi ahijada Maribel Chávez Soto, a quien también le agradezco su presencia esta noche(…)”.

Maya Bejarano.

Sus hijos Martín y Javier. Sus “hijas espirituales” Lorena Sosa y Karly S. Aguirre. Sus nueras Adriana Núñez y Denisse Valles Cervantes.

“(…) Quienes son la inspiración de mi vida en mis años viejos: mis nietas Emma Larissa y Nina Violeta y mi nieto Adrián Marcel.

Mis hermanos, cuñados, sobrinos, los Chávez Marín Bejarano Acosta Contreras Soto Miramontes Ortiz, que siempre me acompañan en estas noches de presentación de libros, con su solidaridad y alegría(…)”.

Queda recordar que Jesús Chávez Marín es editor, escritor y profesor que durante 50 años se ha dedicado a la literatura es autor de algunos libros, entre ellos “Te amo Alejandra”, “Aventuras de cóctel”, “Siluetas en la resolana” y “El tren Chihuahua al Pacífico”. También es compilador de algunos otros, entre ellos “Nueve Leyendas de Chihuahua”. Actualmente ejerce el puesto de jefe de Oficina en la Universidad Autónoma de Chihuahua; también escribe relatos en los periódicos digitales “Enlagrilla”, “Oserí” y “Difusión Norte”. Publica junto con Javier Chávez Bejarano la revista blog “Estilo Mápula”.

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