Siguen las aventuras y aprendizajes de la infancia en Cineteca Nacional Chihuahua con “Jim y el Durazno Gigante”

Por: Viviana Mendoza

Esta cinta animada se presentó el miércoles 4 de mayo a las 11 de la mañana en las instalaciones de la Cineteca Chihuahua, en el segundo piso de la Plaza Cultural Los Laureles (Avenida Universidad S/N, Magisterial Universidad) antes conocido como CIDECh. Al entrar se ven las dos salas principales, a un lado están las referencias del pasillo, sube al segundo piso y encontrarás este espacio para disfrutar de las películas del segundo ciclo de cine de la Cineteca Chihuahua que ofrece una programación especial del 30 de abril al 7 de mayo, para niñas y niños, en el marco de los festejos por el “Día de la Niñez”.

Para saber más de la programación de Cineteca Chihuahua se puede visitar:

https://www.facebook.com/CinetecaChihuahua

“Jim y el Durazno Gigante” es una película de animación Stop Motion del año 1996, dirigida por Henry Selick y producida por Tim Burton, está basada en el libro del autor Roald Dahl, mismo que ha sido la inspiración de muchos cineastas y artistas en los últimos tiempos.

Según comentarios de la página de “Tomatazos” esta película es una obra maestra de su tiempo que fue un fracaso en taquilla; afortunadamente, la crítica fue bastante justa con ella, y supo reconocer su valor desde entonces. El reparto está conformado por Paul Terry (Jim), Simon Callow (Saltamontes), Richard Dreyfuss (Ciempiés), Jane Leeves (Mariquita), Susan Sarandon (Araña) y David Thewlis (Lombriz).

La técnica de animación en Stop Motion se remonta a los orígenes del cine, y desde entonces no ha dejado de sorprendernos, evolucionando y contando historias de una manera que se podría considerar un lenguaje propio. “Jim y el Durazno Gigante” es un excelente ejemplo de cuando esta técnica alcanzó sus grados más altos de perfección técnica, al menos en la década de 1990.

Acerca de la historia que nos trae, sabemos que es una aventura de desarrollo personal. 

Como varios de los libros para niños de Roald Dahl (a los que a veces en Hollywood les alteraban los finales para hacerlos más light), “Jim y el Durazno Gigante” tiene una historia trágica como punto de partida: Jim es un niño huérfano de 7 años, 

” (…) Entonces, un día, la madre y el padre de james fueron de compras a Londres, y allí sucedió una cosa terrible. Ambos fueron devorados en un santiamén (en pleno día, fíjate, y en una calle llena de gente) por un enorme rinoceronte furioso que había escapado del zoológico de Londres. Esto, como podrás comprender, fue una experiencia de lo más desagradable para unos padres tan cariñosos. Pero a la larga aún fue más desagradable para James que para ellos. Pues sus problemas se acabaron para sus padres. Ellos murieron y se fueron en treinta y cinco segundos escasos. Y el pobre james, por su parte, seguía vivo y de pronto se encontró solo y asustado en un mundo inmenso y hostil.(…)”

Por esta razón se ve obligado a vivir con dos desagradables tías que lo tratan como esclavo. Todo cambia cuando un extraño le da unas “lenguas de cocodrilo”, que hacen crecer desmesuradamente un durazno en el jardín.

Esa novedad convierte el jardín en un atractivo para los ciudadanos y una fuente de ingresos para las tías, pero no mejora la situación real del niño, como puede notarse en un fragmento de los diálogos: 

” (…) A última hora, al anochecer del primer día y cuando ya toda la gente se había marchado, las tías abrieron la habitación de James y le mandaron afuera a recoger las cáscaras de plátano y naranja, y los papeles que la multitud había tirado por el suelo. -Por favor, ¿Podría comer algo antes? -rogó-. No he comido nada en todo el día. – ¡No! -le gritaron, echándole fuera-. Estamos demasiado ocupadas para cocinar. ¡Tenemos que contar nuestro dinero! (…)”

Entonces Jim encuentra una forma de escapar gracias al durazno gigante.

“El túnel era húmedo y lóbrego, y tenía ese curioso olor agridulce de los melocotones maduros. El suelo estaba encharcado, las paredes estaban húmedas y pegajosas, y del techo caían gotas de jugo de melocotón. James abrió la boca y lamió algunas gotas con la lengua. Tenía un sabor delicioso”.

 Y se transforma en un ser de plastilina (animado con la técnica del stop motion). también sus nuevos amigos, los insectos gigantes que viven al interior del durazno. Con ellos, Jim superará sus miedos y, sobre todo, volverá a creer en sí mismo recordando aquella enseñanza paterna: cuando el mundo se te cierra, lo único que necesitas es un cambio de perspectiva.

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